La belleza de los grandes lagos del norte de Italia

Tres días en el Lago de Garda y tres en el Lago Mayor en un hotel de 4 estrellas, con alojamiento en habitación doble y desayuno incluido. Un viaje ideal para reconectar con la naturaleza, redescubriendo todo el placer de la vida al aire libre. El Lago de Garda ofrece posibilidades prácticamente infinitas, hay todo lo que se puede desear para unas vacaciones: pueblos antiguos, playas y balnearios, bosques y montañas, oportunidades culturales, gastronomía con sabores únicos, deportes acuáticos y castillos fuera del tiempo. Los poetas latinos ya exaltaban el encanto de Garda, donde todo parece suspendido entre el agua y la roca: aquí se encuentran tres regiones italianas - Lombardía, Trentino-Alto Adigio y Véneto - que contribuyen a la contaminación de la arquitectura, las tradiciones y las recetas gastronómicas. Esto lo puedes entender degustando los vinos blancos y tintos de los viñedos en las terrazas de piedra y sobre todo el aceite de oliva, fruto de los árboles que crecen al pie de las montañas gracias al clima templado. El lago Maggiore es un espejo de elegancia tallado en las montañas que dividen Italia y Suiza, un paisaje de picos y bosques donde se alzan las villas de magnates italianos y estrellas de Hollywood. A lo largo de las orillas, Stresa, Verbania y Cannobio son ciudades que combinan la arquitectura tradicional con tiendas de diseño, con restaurantes donde disfrutar de platos refinados como el ambiente de este lago. Fuera de las ciudades, se encuentran castillos y residencias de los nobles que hicieron Historia de Lombardía. Y la naturaleza no sólo es hermosa, sino que también está llena de oportunidades para los amantes de los deportes: trekking, bicicleta de montaña, remo, kayak y esquí acuático, respirando profundamente el aire puro de los Alpes.