Los tesoros gastronómicos de Módena: visita a una fábrica de vinagre y una bodega

Una ciudad simbólica que en todo el mundo es sinónimo de coches y comida, ambos excepcionales. Pero Módena ofrece mucho más: un centro histórico con una arquitectura singularmente evocadora, heredada de su historia como capital de un pequeño estado: como la Catedral con bajorrelieves medievales que permiten viajar a los mitos y miedos de esa época mágica. O la torre Ghirlandina y la acogedora Piazza Grande, con sus pórticos donde, cuando hace buen tiempo, se puede cenar mientras se escucha música en directo. No es casualidad que estemos en la tierra de Luciano Pavarotti. Aquí se puede disfrutar la vida al máximo. Este es el corazón de un distrito con extraordinarias especialidades gastronómicas: vinagre balsámico, cotechini, parmesano, lambrusco y tortellini, el arte de la pasta rellena alcanza aquí alturas poéticas. La otra pasión de Módena son los motores, y las históricas fábricas de Ferrari y Maserati albergan museos dedicados a la leyenda de estas marcas. En definitiva, la ciudad perfecta para vivir lo mejor del Made in Italy.