Ferrara Experiencia entre historia y sabor.

Pasear por Ferrara es viajar en el tiempo. Volvemos al apogeo del Renacimiento, olvidando el frenesí del presente. El Castillo permite vivir la magnificencia de la familia Este, la familia que enriqueció esta zona: se cruza el puente levadizo que salva el foso para entrar en un laberinto de habitaciones con maravillosos frescos, sin olvidar la visita a las prisiones del sótano. En estas salas Lucrecia Borgia reunió a artistas y escritores, antes de ser cubierta de acusaciones y adquirir una injusta reputación de envenenadora. De la majestuosa Catedral de San Giorgio, cerrada para restaurar los daños del terremoto de 2012, se puede apreciar la fachada que mezcla el románico y el gótico. El Palacio Schifanoia es un cofre de delicias, concebido para el ocio del señorío, con un ciclo de pinturas que devuelve la pureza del siglo XV. El Palacio del Diamante es otra obra maestra que ha influido en la arquitectura mundial y hoy alberga exposiciones de alto nivel. Pero las emociones más fuertes se encuentran al explorar las calles del centro, como la Via delle Volte marcada por arcos medievales, o el esplendor de Corso Ercole d'Este dominado por las casas de la nobleza. Un carril bici recorre toda la muralla de la ciudad, entre baluartes y árboles, y conecta con otras rutas equipadas que permiten llegar a todos los lugares de la provincia hasta el mar. Es un territorio salpicado de bellezas. La ciudad de Cento es cuna del arte: la patria del Guercino, con una fortaleza que despierta admiración. La Abadía de Pomposa es uno de los primeros centros benedictinos, con frescos de estilo Giotto y la atmósfera intacta de meditación monástica. Siguiendo las orillas del Po se llega a la Riviera de Comacchio, con pueblos encantadores y grandes playas doradas que en verano se llenan de bañistas gracias a una oferta de playas que satisfacen todas las necesidades. La cocina local es un derroche de sabores, desde salama da sugo servida con polenta hasta almejas y anguilas preparadas de mil maneras. La provincia perfecta para unas vacaciones principescas.