En el Parque Madonie entre naturaleza y belleza desde 210 €

precio por persona Desde

210 €

En base a 7 adultos

Creado: martes, 20 de agosto de 2024 - Salida: domingo, 27 de octubre de 2024

Temas

Descripción

Un espacio natural de rara belleza, fuera de los itinerarios turísticos habituales: el Parque de la Madonie, a unos 70 km de Palermo y a dos pasos de la costa del Mar Tirreno, es un tesoro montañoso de gran interés para la biodiversidad y la geología. Descubra este entorno de verdor y tranquilidad con un viaje a bordo de un coche privado, saliendo desde Palermo o Cefalú. Admire bosques y montañas, luego pruebe el columpio gigante más alto de Europa, construido cerca de un valle muy empinado a más de 300 metros de profundidad, con una vista inolvidable. Después de la adrenalina, es posible recargar pilas con un almuerzo en el cortijo, no incluido en el precio, seguido de un relajante paseo por el bosque. Para desconectar del frenesí del día a día y respirar profundamente la naturaleza.

Sobre el destino

La vida en Palermo es intensa. Los ciudadanos y los edificios están estrechamente hacinados en cada espacio disponible y los mercados caóticos hacen que las estrechas aceras sean intransitables. Existen jardines exuberantes junto a humildes calles estrechas, y la ropa que ondea desde los balcones parecen banderolas para celebrar una festividad pública. Pasee por la calle Roma hasta Corso Vittorio Emanuele, admirando las plazas y la exuberante catedral. El Palazzo dei Normani es una extraordinaria fusión de estilos, sus mosaicos bizantinos son un recordatorio de la Edad de Oro de la ciudad. Las ruinas de la Iglesia de San Giovanni degli Eremiti yace en la esquina, con sus cúpulas de color rosa que esconden un jardín exótico en su claustro. La Galería Nacional de Sicilia, ubicado en el Palacio Abatellis, tiene una magnífica colección de pintura y escultura. Por las mañanas, no te pierdas el gran mercado Capo. La mayor parte de la vida nocturna de Palermo ocurre en el distrito de la playa de Mondello. Allí puede unirse a la multitud compuesta de jóvenes italianos comiendo pescado en los puestos de cocina junto al mar o disfrutando de un gelato.

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