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Pedale por las antiguas calles y plazas de Verona, descubriendo los rincones más fascinantes de la ciudad. Un recorrido que combina deporte y relajación con auténticos sabores locales. Rodea las murallas almenadas del Castelvecchio medieval, el monumento militar veronés más importante, y luego dirígete al Puente de Castelvecchio, que conecta el castillo con el otro lado del río Adigio. Continúe a lo largo de la orilla del río y admire el Ponte Pietra, el puente más antiguo de la ciudad, y el Castel San Pietro, ubicado en lo alto de la colina que comparte su nombre. Dejando atrás el centro, dirígete a Torricelle, las suaves colinas al norte de Verona, llamadas así por las torres de vigilancia que una vez vigilaron la ciudad. Pedalee lentamente a través del paisaje verde, pasando por villas antiguas, calles adoquinadas, pequeñas iglesias y viñedos de Amarone. Haga una parada en una posada típica para disfrutar de un aperitivo, completo con vinos y delicias locales, como los tintos Valpolicella y el queso Monte Veronese.
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