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Los puentes sobre el Arno, las colinas a lo lejos, la Catedral y el Baptisterio, la Piazza della Signoria y el Palazzo Vecchio. En Florencia siempre hay algo hermoso por descubrir, y la icónica Catedral de Santa María del Fiore no es una excepción. Visite la Catedral junto a un guía experimentado para comprender realmente su majestuosidad y los tesoros que se encuentran en su interior. Admire las tres naves y el coro de mármol de Bandinelli, que se distingue por su inusual forma octogonal. Deleite sus ojos con las vidrieras de Donatello y el reloj construido por Paolo Uccello, que todavía funciona hasta el día de hoy. Luego contempla la imponente cúpula de Brunelleschi, que domina el edificio, y que está enteramente decorada con frescos de Vasari. Finalmente, visita el Museo de la Misericordia, ubicado junto a la Catedral, con obras de Santi di Tito y Benedetto da Maiano. Desde aquí puedes subir a la exclusiva terraza y apreciar las impresionantes vistas de la Piazza del Duomo, sus monumentos y los tejados de la ciudad. Un recorrido simplemente inolvidable para verdaderos conocedores del arte.
Florencia es la síntesis del Renacimiento. Rica en monumentos, como Santa Maria Novella, el Palazzo Vecchio o la Galería de los Uffizi. Lugares que acogieron, entre otros, el genio de Dante, Leonardo, Miguel Ángel y Botticelli, adornados con una increíble cantidad de obras de arte. Florencia contiene lugares suspendidos en el tiempo, como el Ponte Vecchio, donde las tiendas de orfebrería continúan una tradición que se remonta a la Edad Media. Revela itinerarios que combinan naturaleza y paisaje, dentro o en los bordes de las murallas de la ciudad: los Jardines de Bóboli, delicia de la dinastía Medici, o la colina de San Miniato desde donde se puede observar toda la ciudad. La historia de Florencia pasa también por sus talleres artesanales, algunos de los cuales se han convertido en marcas mundialmente famosas, y sus restaurantes tradicionales en los que deleitar el paladar y descubrir las excelencias enológicas de los súper toscanos. En resumen, Florencia es un cofre del tesoro lleno de infinitos tesoros, todos por descubrir.
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