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Salento, un paraíso de cuevas y mar cristalino, con una luz blanca que envuelve cada rincón de poesía. No sólo eso: también un museo al aire libre con iglesias y palacios barrocos junto a las antiguas ciudades de la Magna Grecia. Camina con un guía experto por el centro histórico de Otranto, la ciudad más oriental de Italia. Visita la Catedral, con las reliquias de los 800 mártires masacrados por los turcos en el siglo XV y el mosaico del suelo de Pantaleone, que representa uno de los ciclos medievales más importantes y mejor conservados de Europa. Después de ver la pequeña iglesia bizantina de San Pietro y el Castillo Aragonés, refréscate con un almuerzo en una casa de campo, a base de productos cárnicos típicos y verduras recién recogidas de la huerta. Continúe hacia Lecce, la capital de Salento. Sumérgete en las típicas calles blancas, rodeadas por las tres antiguas puertas de la ciudad: Porta Rudiae, Porta San Biagio y Porta Napoli. Admire la Basílica de Santa Croce y la Piazza Duomo, con los edificios esculpidos en piedra caliza amarilla que tiñe de oro las fachadas. Y de nuevo el Castillo de Carlo V, el anfiteatro romano y la Piazza Sant'Oronzo. Un viaje a un laberinto de historia, arte y cultura, con los ojos llenos de asombro a cada paso.
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