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San Gimignano ofrece a los visitantes un vistazo al pasado gracias a sus edificios y monumentos perfectamente conservados. La ciudad es un auténtico museo al aire libre, situada entre las colinas de Siena y las soleadas colinas del Val d'Elsa. Una oportunidad ideal para comprender el alma de una auténtica joya toscana. Salga de Florencia con un conductor privado y vea aparecer ante usted las murallas del siglo XIII y las trece torres. Da un paseo por las calles del centro hasta llegar a la Piazza della Cisterna, situada en la cima de la colina, con su distintiva forma triangular. Maravíllate ante la Collegiata di Santa Maria Assunta y el Palazzo del Podestà, la famosa sede de los museos cívicos. Quizás pruebe un helado artesanal y asegúrese de hacer una parada en Vernaccia di San Gimignano Wine Experience, donde podrá elegir entre varias degustaciones diferentes.
Florencia es la síntesis del Renacimiento. Rica en monumentos, como Santa Maria Novella, el Palazzo Vecchio o la Galería de los Uffizi. Lugares que acogieron, entre otros, el genio de Dante, Leonardo, Miguel Ángel y Botticelli, adornados con una increíble cantidad de obras de arte. Florencia contiene lugares suspendidos en el tiempo, como el Ponte Vecchio, donde las tiendas de orfebrería continúan una tradición que se remonta a la Edad Media. Revela itinerarios que combinan naturaleza y paisaje, dentro o en los bordes de las murallas de la ciudad: los Jardines de Bóboli, delicia de la dinastía Medici, o la colina de San Miniato desde donde se puede observar toda la ciudad. La historia de Florencia pasa también por sus talleres artesanales, algunos de los cuales se han convertido en marcas mundialmente famosas, y sus restaurantes tradicionales en los que deleitar el paladar y descubrir las excelencias enológicas de los súper toscanos. En resumen, Florencia es un cofre del tesoro lleno de infinitos tesoros, todos por descubrir.
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