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Cada rincón del Karst es capaz de contar una historia, desde las cuevas llenas de misterio hasta las extensiones boscosas caracterizadas por caminos y claros, entre Italia y Eslovenia. Una zona fronteriza donde caminar entre árboles enraizados desde hace siglos, respirar profundamente y regenerar el espíritu. Una experiencia para redescubrir el vínculo entre el hombre y la naturaleza, caminando con un guía experto por el bosque, en compañía de un grupo de burros. Escuche historias y curiosidades sobre estos animales guiándolos desde el suelo, sin subirse a la silla. Avanza entre los reflejos de la vegetación y el canto de los pájaros y llega al Castelliere di Rupinpiccolo, una zona arqueológica con asentamientos que datan de la Edad del Bronce. Una excursión para aprender a respetar el medio ambiente y a sus protagonistas, con ojos que se llenan de asombro a cada paso.
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