Las maravillas de La Maddalena

En todo el Mediterráneo es difícil encontrar un mar más puro y fascinante: una variación continua de tonalidades, del verde al turquesa, en aguas cristalinas que hacen visible la belleza de los fondos marinos. El archipiélago de La Maddalena es una diadema de perlas, siete islas con costas de arena que van del rosa al dorado, con dunas modeladas por el viento que se hunden en las olas: La Maddalena, Caprera, Santo Stefano, Spargi, Budelli, Santa Maria y Razzoli. Aquí la naturaleza es verdaderamente única, dentro y fuera del agua, con numerosas especies protegidas gracias a la creación del Parque Nacional Marino. Estamos en un paraíso para el snorkel, pero también para la navegación, con la posibilidad de asistir a excelentes cursos o limitarse a un paseo en barco para visitar las calas más hermosas o islas más pequeñas como Budelli. La historia del archipiélago se reconstruye en La Maddalena, en el Museo del Mare, mientras que el Museo Arqueológico Naval Nino Lamboglia muestra los objetos encontrados en los restos del Spargi, un barco romano que naufragó hace 2200 años con una enorme carga de ánforas, jarrones y cerámicas. . Caprera, en cambio, es el lugar que Giuseppe Garibaldi había elegido para aislarse del atractivo del poder: el general revolucionario que unió Italia se retiró aquí, en una modesta casa blanca que ahora guarda sus objetos, no lejos de la tumba donde quería ser enterrado.