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Pedalea por las antiguas calles y plazas de Verona, descubriendo los rincones más fascinantes de la ciudad. Un recorrido que combina deporte y relax con el auténtico sabor de la zona. Camine a lo largo de las murallas almenadas del Castelvecchio medieval, el monumento militar más importante del señorío veronés, luego llegue al Puente Scaligero, que conecta el fuerte con la otra orilla del Adige. Continúe por la orilla del río y admire el Ponte Pietra, el más antiguo de la ciudad, y el Castel San Pietro, en la colina del mismo nombre. Dejando atrás el centro, se llega a Torricelle, las colinas al norte de Verona, que toman su nombre de las torres de vigilancia que alguna vez se ubicaron aquí para proteger la ciudad. Pedaleo lento, rodeado de vegetación, entre villas antiguas, calles adoquinadas, pequeñas iglesias y viñedos de Amarone. Haga una parada en una taberna típica para tomar un aperitivo a base de vinos y delicias locales, como los tintos Valpolicella y el queso Monte Veronese.
Verona, ciudad fundada por los romanos a orillas del río Adige, es una auténtica joya de historia y cultura. La Arena, uno de los anfiteatros mejor conservados de Italia, todavía alberga espectáculos y conciertos en la actualidad. El centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una mezcla de calles adoquinadas, plazas encantadoras y edificios antiguos. Conocida como la "ciudad del amor" por la tragedia de Romeo y Julieta de Shakespeare, alberga la Casa de Julieta con su famoso balcón. La Piazza delle Erbe, animada e histórica, y el Teatro Romano, con eventos al aire libre en temporada, completan el escenario de una ciudad de gran encanto, que cuenta con una rica tradición enogastronómica.
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