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Hay un tramo de la costa de Liguria donde la línea festoneada entre la tierra y el mar crea un paisaje verdaderamente idílico. Kilómetros de costa rocosa con cuevas, playas y senderos que dominan el mar, ofreciendo impresionantes vistas del Parque Nacional Cinque Terre. Salga de Florencia con un conductor privado hacia Riomaggiore, un pequeño pueblo de pescadores conocido por sus encantadores colores y arquitectura. Sumérgete en sus calles estrechas y admira el pequeño puerto y el castillo medieval. Continúe con su conductor o en tren hasta Vernazza y Monterosso, la "Perla de Cinque Terre", una antigua ciudad que aún alberga a muchos pescadores, donde las playas son vírgenes y la vegetación exuberante. Dé un paseo entre los embriagadores aromas y las vistas de la naturaleza virgen.
Florencia es la síntesis del Renacimiento. Rica en monumentos, como Santa Maria Novella, el Palazzo Vecchio o la Galería de los Uffizi. Lugares que acogieron, entre otros, el genio de Dante, Leonardo, Miguel Ángel y Botticelli, adornados con una increíble cantidad de obras de arte. Florencia contiene lugares suspendidos en el tiempo, como el Ponte Vecchio, donde las tiendas de orfebrería continúan una tradición que se remonta a la Edad Media. Revela itinerarios que combinan naturaleza y paisaje, dentro o en los bordes de las murallas de la ciudad: los Jardines de Bóboli, delicia de la dinastía Medici, o la colina de San Miniato desde donde se puede observar toda la ciudad. La historia de Florencia pasa también por sus talleres artesanales, algunos de los cuales se han convertido en marcas mundialmente famosas, y sus restaurantes tradicionales en los que deleitar el paladar y descubrir las excelencias enológicas de los súper toscanos. En resumen, Florencia es un cofre del tesoro lleno de infinitos tesoros, todos por descubrir.
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